domingo, 24 de julio de 2011

El paraíso sobre los tejados... -Cesar Pavese-





Será un día tranquilo, de luz fría
como el sol que nace o muere, y el cristal
cerrará el aire sucio fuera del cielo.

Se nos despierta una mañana, una vez para siempre,
en la tibieza del último sueño: la sombra
será como la tibieza. Llenará la estancia,
por la gran ventana, un cielo más grande.
Desde la escalera, subida una vez para siempre,
no llegarán voces, ni rostros muertos.

No será necesario dejar el lecho.
Sólo el alba entrará en la estancia vacía.
Bastará la ventana para vestir cada cosa
con una tranquila claridad, casi una luz.
Se posará una sombra descarnada sobre el rostro sumergido.

Será los recuerdos como grumos de sombra
aplastados como las viejas brasas
en el camino. El recuerdo será la llama
que todavía ayer mordía en los ojos apagados.





3 comentarios:

Jana la de la niebla dijo...

Es terrible, Diego. Me ha devuelto a la fría mañana en que besé la frente de mi padre muerto. Muy bueno, pero... preferiría no haberlo leído, no te disgustes porque te lo diga.
Es un poema muy bueno pero dolorosísimo para quien ha vivido esa luz fría.
Besos.

Diego Planisich dijo...

La verdad una sorpresa tu comentario, y no hay problemas, no me he disgustado, no hay motivos. De todas maneras, lamento que hayas tenido esta experiencia.
A mí me ha resultado también en el plano de la nostalgia, pero bueno, de una manera grata debo decir. Lo que uno pueda llegar a sentir con un poema está dentro de uno. Saludos y gracias por el comentario.

Jana la de la niebla dijo...

No hay problema, tantas veces yo he puesto poemas tristes, espero que no te disgustes. Ya se me pasó, anoche me fui a la feria y hacía tiempo que no me divertía tanto, fue genial, hoy estoy arrastrándome por la casa con los pies molidos pero valió la pena.
¡Feliz semana!